¡Ni una sola palabra de amor!

Imagen: http://www.diarioandino.com.ar


¡Hola chicos los saludo a todos con un tremendo beso!  (Muuuua, bien sonaito)

Pero ¡Hombre! que te ha pasao, Ana? Pues les digo que el colegio no me deja respirar pero siempre tengo un espacio libre los viernes, entonces les daré tiempo de calidad todos los viernes, hasta que se pruebe lo contrario, tengo muchas cosas para este mes que entra están en "veremos" porque tengo que seleccionar las que voy a subir, un viernes de informaciones no esta pero nada mal, eh? Vamos, dejo hablar tanto y les cuento que ahora estoy facinada con este corto, tengo pensado mostrarles de vez en cuando unos cortos muy interesantes, volviendo al inicio este corto se lama: "Ni una sola palabra de amor" es realmente bueno, chicas antes de verlo les digo: 

No hay necesidad de caer tan bajo, no hay necesidad de mendigar amor, así que ni se te ocurrar hacer una de esas locuras tipo Maria Teresa, eh? Tu eres muy inteligente y aparte de todo ese cuento eres hermosa, de eso no me cabe la menor duda. No seas una Teresa.

 

Jaja, tremendo... oye que terrible, eh? Pero el amor es ciego, ciego, pero no quita conocimiento no lo vayas a olvidar. 

#Literatura: Leyenda de Narciso según Oscar Wilde

(Me voy a tirar unos versos, atentos: “Para mí verte fue como cuando el Titanic se hundió, como si al Hershey’s le faltaran las almendras, como unas papas sin kétchup, como cuando se te rompe un zapato en plena vía publica, eso fue ese momento para mi…” Dios que poético (aplausos) se vale no aplaudir también, eh)

¡Hola! ¡Hola!

Cariñosos saludos y muchas buenas vibras (mira muchísima falta que hacen) andaba la semana entera 

ocupada con cosas del colegio, pero vamos bien seguro que ustedes llevan su semana genial y si no pues es bueno, no? Hace unos días estaba curioseando en una biblioteca y pues tome un libro de Paulo Coelho y en sus primeras páginas hablaba de uno de los mitos más bellos de la historia: Narciso.

Narciso, era un hermoso muchacho que todos los días iba a contemplar su propia belleza en el lago estaba tan fascinado por sí mismo,que un día cayó dentro del lago y murió ahogado.

En el lugar donde cayó nació una flor a la que llamaron narciso.

Pero Oscar Wilde ponía fin a la historia de esta manera:

El decía que cuando Narciso murió,vinieron las Oréiadas -diosas del bosque-y vieron el lago transformado,de un lago de agua dulce,en un cántaro de lágrimas saladas.-¿Por qué lloráis?- preguntaron las Oréiadas.-Lloro por Narciso, - respondió el lago.-Oh, no nos extraña que lloréis por Narciso-prosiguieron diciendo ellas-.Al fin y al cabo,a pesar de que todas nosotras le perseguíamos siempre a través del bosque,vos erais el único que tenía la oportunidad de contemplar de cerca su belleza.-Entonces, ¿era bello Narciso?- preguntó el lago.-¿Quién sino vos podría saberlo?-respondieron, sorprendidas, las Oréiadas-.Después de todo,era sobre vuestra orilla donde él se inclinaba todos los días.El lago quedóse inmóvil unos instantes.Finalmente dijo:-Lloro por Narciso,pero nunca me había dado cuenta de que Narciso fuese bello.-Lloro por Narciso porque cada vez que el se recostaba sobre mi orilla yo podía ver,en el fondo de sus ojos,mi propia belleza reflejada.